EL deseo es un fuego que empieza en tu flor, que tiene toda mujer, hierve al principio, poco a poco va subiendo la temperatura...
va recorriendo su cuerpo como si fuera lava del
volcán que a necesita salir, gritar...
para calma ese deseo.
pobre cuerpo que no puede, hasta que no encuentre su otra
mitad para que se lo apague
y pueda respirar hondo para relajarse así..
se apaga el deseo se transforma en felicidad.